Programa Mallorca

De economía y política hablamos cada día de una forma u otra: de la subida de los precios de los alimentos, de llegar o no a fin de mes, de los efectos en la salud de los alimentos ultraprocesados, del beneficio de las grandes corporaciones, de lo injusto del sistema. Por eso, en la primera de las jornadas el FAC propone una reflexión profunda sobre cómo el capitalismo afecta a la sostenibilidad de la vida. Para ello se proyectará el documental La ilusión de la abundancia (2022) y contaremos con una mesa redonda cuyas ponentes compartirán sus experiencias de lucha y resistencia para quitarle el poder a las estructuras dominantes que silencian otras formas de ser y entender el mundo. Y sobre todo, para poner el acento en que hoy en día esta defensa de la vida tiene cuerpo de mujer.

En el segundo de los días, el FAC propone colocarse unas gafas críticas para analizar ese mundo paralelo que nos envuelve y que se llama Internet. Un acercamiento para ver y examinar la red también como un territorio que permite pensar y desarrollar nuevas formas de gobernanza que vayan más allá de la pura programación de ceros y unos. No es fácil plantear otras maneras democráticas de entender la aldea global. En este sentido, la jornada irá acompañada de una experta en hackear el sistema digital desde el feminismo y los cuidados, y de dos trabajos audiovisuales que invitarán a reflexionar en el poder de lo colectivo para transformar: el primero, Cuerdas (2022), se centra en la tercera edad, y La pequeña guerrera (2020), en la adolescencia. Ambas películas nos harán viajar al País Vasco y a Canadá para poner en valor la defensa del territorio y asistir a una lección magistral de resistencia.

La última de las jornadas del FAC propone combinar las artes escénicas como colofón a los días previos de reflexión sobre esos otros mundos en los que construir «el buen vivir»; dejarse llevar por los ritmos que propone el grupo musical Hato Gató o deleitarse en la gran pantalla con la propuesta fílmica de Houria (2022), que llega desde Argelia y que sugiere bailar como estrategia de resistencia. La importancia de sanar y sanarse para continuar la lucha, y, si es desde la alegría y la rebeldía, mucho mejor.